La cuota de género y la alternancia son medidas de acción positiva que tienen como fundamento la garantía del derecho a la igualdad y no discriminación hacia las mujeres; en el caso de la paridad, además de este derecho, se hace referencia al fortalecimiento de una democracia representativa. En el Perú la cuota de género es obligatoria, en tanto la alternancia ha sido un tema debatido, aunque no aprobado, por el Poder Legislativo. 

La Asociación Civil Transparencia reportó que a nivel nacional el 39% de las personas que postulan a ser congresistas en estas elecciones son mujeres. De acuerdo a una revisión de las listas electorales presentadas en Lima, ese promedio disminuye al 34%, es decir un poco más de la cuota de género exigida por la legislación vigente (30%).

Un análisis por listas evidencia que ningún partido optó por la paridad, sin embargo el Frente Amplio y Perú Posible son quienes más mujeres han incorporado en sus listas electorales (42%).

La alternancia de género tampoco fue considerada por los partidos. En esa medida se debe analizar la ubicación de las mujeres en las listas y observar si existe una real vocación de asegurar su participación, o si solo fueron convocadas para llenar la lista. Como se sabe, las personas ubicadas en los primeros números de la lista tienen muchas más posibilidades de ser elegidas frente aquellas que se encuentran al final.

Como se puede observar,  el Frente Amplio y Fuerza Popular presentaron igual número de mujeres y de hombres en el tercio superior de la lista; seguidos de Perú Posible y Todos por el Perú, donde el porcentaje de mujeres representa el 42%. En el lado contrario, Peruanos por el Kambio y la Alianza Solidaridad Nacional-UPP presentaron solo a una candidata mujer (8%), mientras que Alianza para el Progreso, Perú Patria Segura o Perú Nación presentaron 2 candidatas mujeres entre los 12 primeros puestos de la lista.

De cara a la primera mitad de la lista, el Frente Amplio sigue liderando la presencia femenina, pues presenta igual número de mujeres y hombres en los 18 primeros puestos; seguido de Todos por el Perú y Perú Posible, cuyas postulantes mujeres representan el 44%. En un lado opuesto se encuentran Peruanos por el Kambio, la Alianza Electoral Solidaridad Nacional – UPP y Perú Libertario, organizaciones políticas que presentaron solo 3 candidatas mujeres dentro de los 18 primeros puestos de la lista. 

Dejando de comparar la participación de las mujeres frente a los hombres en las listas, y analizando solo la presencia femenina, deberíamos esperar que ésta sea distribuida de manera equitativa en los tres tercios que conforman la lista (33.3% en cada tercio). Sin embargo esta expectativa no se cumple, pues en la mayoría de los casos, la presencia de mujeres en el tercio inferior de la lista supera el 40% (10 partidos); ubicación con menos probabilidades de elección.

El análisis del cuadro hace más compleja la percepción sobre los partidos. Por ejemplo, Alianza para el Progreso es la tercera organización política con mayor presencia femenina en este contienda electoral en Lima (36%), sin embargo un porcentaje importante de sus candidatas está ubicada en el tercio inferior de la lista (46%)

No obstante, la desproporción alcanza niveles altísimos en el caso de la Alianza Electoral Solidaridad Nacional – UPP, donde el 64% de las mujeres candidatas están ubicadas en el tercio inferior de la lista; situación similar ocurre con Acción Popular y Democracia Directa donde el porcentaje es del 55% de postulantes mujeres.

En síntesis, la revisión de las listas electorales muestran que algunos partidos tienen una vocación igualitaria en términos de garantizar la participación política de las mujeres. Resalta el Frente Amplio por justicia, verdad y vida pues ha  presentado igual número de candidatos y candidatas en el tercio superior y en la primera mitad de su lista, así como Perú Posible, Todos por el Perú y Fuerza Popular, los que con porcentajes algunas veces menores, garantizan la posibilidad de que sus candidatas mujeres puedan ser elegidas.

Sin embargo, organizaciones políticas como Alianza Electoral Solidaridad-UPP, Acción Popular, Democracia Directa y Perú Libertario evidencian la necesidad de seguir debatiendo sobre medidas de acción afirmativa como la alternancia de género. En estos casos, aparentemente, la incorporación de mujeres fue una respuesta a la necesidad de cumplir con la ley, más que al interés de que pudieran ser elegidas.