Hace pocos meses, el Foro Económico Mundial publicó el índice de The Global Gender Gap Report correspondiente al año 2014, el que evalúa la buena distribución de recursos y la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres de 136 países.

Para el Perú, y concretamente para el Estado, la difusión de este reporte fue importante, pues el país había ascendido del puesto 80 al 45 en igualdad de género; un hecho sin precedentes que fue asumido como un logro del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP) para el año 2014 y que fue descrito como un “Fuerte avance en equidad”.

Pero, ¿realmente se ha reducido tanto la brecha de género en el Perú?, ¿el MIMP puede atribuirse ese avance?, son preguntas que aparecen cuando se observa que la situación cotidiana de las mujeres no ha cambiado sustancialmente en el último año.

Para contestar esas preguntas debe saberse que en el reporte, cada país es evaluado en base a 14 variables que corresponden a cuatro rubros (“participación y oportunidades económicas”, “educación”, “empoderamiento político”, y “salud y supervivencia”) a los que se les asigna valores que van de 0 a 1, donde 1 representa la mayor igualdad posible entre mujeres y hombres.

Un análisis de los reportes de los años 2013 y 2014 evidencian que el Perú efectivamente ascendió del puesto 80 al 45; sin embargo este nivel de mejora no se da en todos los rubros ni en cada una de las variables. En general los valores asignados y los puestos en el ranking no varían sustancialmente, salvo en un rubro y una variable que distorsiona toda la tendencia y que en el marco de los promedios, empuja al Perú al puesto 45.

Se trata de la variable “Mujeres en Posición Ministerial” en la que el Perú asciende del puesto 60 al puesto 9, con valores de igualdad de género que pasan de 0.2 en el 2013 a 0.8 en el 2014; variable que además impacta sustancialmente en el rubro “Empoderamiento Político”, logrando que el país, en este nivel, ascienda del puesto 69 al 27, con valores de igualdad de género que pasaron de 0.142 a 0.294.

Esta situación es sui generis y no se repite en los otros tres rubros. En “Educación” el Perú avanzó del puesto 88 al puesto 84 con valores que pasaron del 0.98 a 0.987, y en “Salud y Supervivencia” se transitó del puesto 109 al 93 con valores de 0.966  a 0.97. Por el contrario, en “Participación y Oportunidades Económicas” el país retrocedió, ya que pasó del puesto 88 al 98 con valores de igualdad de género de 0.628 en el 2013 y 0.627 en el 2014.

Esta suma de datos, poco amigable, evidencian que la brecha de género en el Perú no varió sustancialmente en los últimos años, salvo el caso de una variable ("mujeres en posición ministerial") en la que existe una diferencia profunda entre la data reportada en el año 2013 y la correspondiente al año 2014.

Sin embargo, esta  variable, cuyo valor para el 2014 impactó en el promedio y permitió que el Perú ascienda drásticamente en este ranking internacional, ya no está vigente. La data con la que se hizo el reporte proviene del informe publicado por la Unión Parlamentaria el 1ro de enero de 2014, el que muestra que en el país hay 18 ministerios de los cuales 8 están liderados por mujeres (Gabinete de Cesar Villanueva luego de la salida de Patricia Salas). Actualmente, el gabinete solo cuenta con cinco mujeres, incluyendo a Ana Jara en la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM); por lo que una mirada del país colocaría al Perú en una posición menos ventajosa.

Lo señalado da cuenta que, en realidad, la brecha de género entre mujeres y hombres no ha variado tanto como da a entender el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, el que explícitamente señala que “una de las metas alcanzadas en el 2014 por el Gobierno y la actual gestión del MIMP es el fuerte avance registrado en la promoción de la participación de las mujeres en espacios públicos de toma de decisiones y en igualdad de condiciones que los hombres; así como su cada vez mayor acceso a servicios básicos como salud y educación, y a capacitación y empleo de calidad”.

Sin duda se espera que la brecha de género disminuya en un futuro próximo, sin embargo es importante que el Estado sea más prolijo con la información que difunde. Es importante, por ejemplo, que empiece a informar sobre los  resultados del Sistema Nacional de Indicadores de Género (SNIG), el que es implementado por el Ministerio de la Mujer  y cuyos hallazgos deberían ser conocidos por todos y todas. 

Señalar que hay un “fuerte avance” en la equidad de género, cuando éste no necesariamente se da, no solo desconecta al Estado con la problemática existente sino que da fuerza a posiciones conservadoras que consideran una exageración seguir luchando por los derechos de las mujeres. De hecho cada cierto tiempo aparecen voces oponiéndose a la existencia del Ministerio de la Mujer, por lo que hay que tener cuidado.