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Seguridad ciudadana y violencia de género

A propósito de la Encuesta Lima Cómo Vamos

Publicado: 2015-01-18

La “Encuesta Lima Cómo Vamos. Quinto Informe de Percepción sobre Calidad de Vida”, que se acaba de presentar, muestra la apreciación que tienen limeños y limeñas sobre algunos aspectos relevantes de su convivencia cotidiana en la ciudad. En este artículo analizaremos, desde un enfoque de género, algunos de sus resultados en materia de Seguridad Ciudadana, uno de los problemas que la población considera como importante (82%).

Empezaremos indicando que los resultados de la encuesta no hacen referencia a la prevalencia y gravedad de los delitos contra la libertad sexual o los casos de violencia familiar; situación que se condice con la percepción errada de que la violencia de género no es un problema de seguridad ciudadana, por ser un asunto de índole privado, en el que ni la sociedad ni el Estado deben inmiscuirse. 

Esta percepción no es coherente con la realidad de las mujeres, para quienes la violencia sexual y la violencia familiar constituyen problemas de alta prevalencia. En el año 2012, el Observatorio de Criminalidad del Ministerio Público reportó que los delitos de violación a la libertad sexual constituyeron el tercer tipo de delito con mayor incidencia en Lima Metropolitana y Callao, luego del hurto y el robo ; y en su Anuario del año 2013 esta institución informó que había recibido, en Lima, 3796 denuncias por delitos contra la libertad sexual y 15766 denuncias por violencia familiar.

Adicionalmente a estos datos, debe recordarse que cuando las víctimas son mujeres, hay una conexión entre la ocurrencia de determinados delitos y la posibilidad de que exista violencia sexual. Es conocido que los robos, tanto en la calle como en los domicilios, suelen acompañarse de “manoseos” a las víctimas mujeres, los que no son reportados por el estigma que traen, la poca valoración de su gravedad o porque se desconoce su configuración como delito. Esta situación no se presenta si la víctima es hombre. 

Por otro lado, los resultados de la "Encuesta Lima Cómo Vamos" muestran información sobre el Acoso Sexual Callejero, única forma de violencia de género que se reconoce como problema de seguridad ciudadana. El 23% de las mujeres indica haberlo sufrido, constituyendo su segunda causa de victimización, luego del robo en espacios públicos (30%). Pese a su alta prevalencia, esta forma de violencia no es reconocida como relevante; sólo el 1.3% de hombres y el 1.7% de mujeres la refirieron como el problema que más afecta el lugar en el que viven.

La visibilidad del Acoso Sexual Callejero es consecuencia del debate público del año pasado, luego de la denuncia de Magaly Solier y las propuestas generadas por el Estado para enfrentarla. Sin embargo, esta visibilidad no ha significado el reconocimiento de su gravedad; una encuesta de IPSOS Perú evidenció que el 65% de limeños y limeñas consideran que las mujeres que se visten provocativamente se exponen a que les falten el respeto en la calle, y el 55% de limeños hombres piensa que “una mujer que recibe un piropo bonito de un desconocido en la calle debería sentirse halagada” . Es decir, si bien el tema se conoce cada día más, se sigue pensando que es de responsabilidad de las mujeres y por lo tanto carece de importancia.

Las ideas presentadas evidencian la necesidad de aplicar el enfoque de género al analizar la situación de seguridad ciudadana en Lima. Ello implica, como señala la Comisión Interamericana de Mujeres de la OEA, "incorporar criterios diferenciadores de análisis de las amenazas existentes para todos los grupos de población, fortaleciendo así la capacidad de respuesta ante dichas amenazas de acuerdo a los derechos y las prioridades de cada grupo de población ". Para ello es preciso reconocer que la violencia y la delincuencia afectan de manera diferente a hombres y mujeres, los que a su vez ven marcada su experiencia de acuerdo su raza, situación económica, orientación sexual, identidad de género, edad u otras características. Asimismo es fundamental aceptar que tanto la calle como el hogar pueden ser espacios muy inseguros para las personas, en especial para las mujeres, los niños y las niñas.

En ese sentido, la encuesta publicada por Lima Como Vamos nos devuelve la necesidad de revisar como ciudadanía cuales son los principales problemas que nos acompañan, y en ese marco hacer los esfuerzos por implementar estrategias para enfrentarlos desde un enfoque de género; no hacerlo implica desconocer la realidad de la mitad de la población y el peligro de generar políticas que legitimen violaciones a los derechos humanos.


Escrito por

Jeannette Llaja

Abogada Feminista, con especialización en derechos humanos, derecho constitucional y género.


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