Hace unos días Line Bareiro nos recordaba que la paridad de género no es una cuota del 50%, ya que tiene una lógica distinta. Es la inclusión de la diferencia sexual en el sistema político. Es repensar la democracia representativa que queremos y a la que aspiramos.

¿Por qué no cuestionamos que haya representantes de todos los distritos electorales en el Congreso? porque comprendemos que siendo el Congreso un espacio de representación popular, en él deben estar representadas todas las regiones del país. Es tan obvia la importancia de esta decisión que no nos preguntamos si están preparados o no. La pregunta en ese sentido se cae de madura... ¿Por qué si las mujeres son la mitad de la población, no se debe garantizar que estén representadas en esa misma proporción en el Congreso?.

La sola integración de más mujeres en espacios de decisión política es positiva; su sola presencia contradice el impacto de la discriminación por género y da un mensaje positivo sobre el rol que tienen las mujeres en el Estado; además, no podemos negar que la casi totalidad de iniciativas que benefician a las mujeres, es decir a la mitad de la población, fueron promovidas y defendidas por ellas. No todas las mujeres en la política tienen un compromiso con los derechos de las mujeres, pero la garantía de estos últimos surgieron de la presión de las mujeres en las calles y/o el compromiso de algunas de las mujeres en espacios de poder.

Ahora nos sumamos a la iniciativa de la Asociación Civil Transparencia de pedir un #GabineteParitario. ¿Por qué no? ¿Por qué la resistencia? Este pedido no busca relajar las exigencias del perfil que deben tener los/as ministros/as; por el contrario, significa hacer el esfuerzo de identificar mujeres con la capacidad de liderar ministerios, y a la vez evitar que la condición de mujer sea un obstáculo para su elección. A estas alturas, no podemos señalar que no hay mujeres preparadas para asumir este encargo; de hecho en la última lid electoral dos de las tres candidaturas más importantes, no a los ministerios, sino a la Presidencia de la República, fueron de mujeres. 

Hay cuatro datos adicionales que es preciso recordar.

1. En el año 2013, el gobierno de Ollanta Humala tuvo un gabinete paritario. De 19 ministerios (incluyendo la PCM), 9 eran liderados por mujeres.

2. La Comisión Interamericana de Mujeres de la OEA, cuya presidencia está ahora en el Perú,  ha reconocido que "la democracia se viene repensando desde la paridad como un principio democrático", en ese marco publicará una  Guía de lineamientos jurídicos y políticos para promover la paridad entre hombres y mujeres en todos los ámbitos (ejecutivo, legislativo, judicial) y en todos los niveles (nacional, provincial, municipal).

3. ¿Es importante que las mujeres que accedan a liderar ministerios tengan enfoque de género? Si, pero no porque sean mujeres, sino porque todos los ministros y ministras deberían conocer y aplicar este enfoque. 

4. No hay democracia sin mujeres. Lo que no es bueno para la democracia, no es bueno para las mujeres.